El sonido de la campana le despertó, el barrio se levantaba y el tañido congregaba a los devotos a la misa de alba. Un laberinto de pasiones desatadas se habían vivido en la intimidad del dormitorio. Un amor furtivo y aletargado que se despertaba algunas mañanas para dar rienda suelta a deseos contenidos y palabras nunca enunciadas. Té mire a los ojos y me vi reflejado en ellos. Una cascada de palabras nunca enunciadas y un torbellino de sentimientos silenciados se unieron en ese momento mágico. Lo mejor nunca se dijo, y no hizo falta por que tus caricias, tus abrazos y tus besos hablaron por ti. Mi piel ardía junto a tu piel, se enredaba en un deseo desatado ,en una furia que es fugaz y pasajera, que vive en el recuerdo y el anhelo del próximo encuentro. Al final, el sol sale por tus ojos ,el día abre en tu boca y te conviertes en mi mejor amanecer…Gracias.
Preciosa declaración de amor. Abrazos
ResponderEliminarLa verdad es que sí, afortunada debe sentirse la persona a la que se alude...gracias por compartir esos momentos
ResponderEliminarHola José Antonio, hace mucho que no sé nada de ti, deseo que estés bien.
ResponderEliminarUn gran abrazo
Gracias Sor Cecilia me alegro de que este bien y me haya echado de menos .Vuelvo por aqui a escribir y a disfrutar con mis amigos .Un abrazo grande
Eliminar