Ya había pasado todo, en un amargo suspiro terminaba la semana mas deseada para un sevillano, en este caso para una sevillana que iba a vivir por primera vez su experiencia como mujer nazarena.Todo acabo en un inmenso chaparrón que impidió la salida de su cofradia.Mucho dolor y pena grande para un deseo que se había venido amasando durante todo el año.Fue hermoso compartir con sus hermanos la experiencia dura de quedarse en la Iglesia ,de rezar a su Cristo con la fe de sus mayores.Fue bonito ver levantarse al paso en el interior del templo y sobre los pies proceder al retranqueo.Tambien le gusto cuando algunos hermanos le dieron la bienvenida a la Cofradía y otros la animaron cuando el “ no salir “ se hizo una realidad latente.Pero ya todo había pasado ,acababa de comerse la ultima torrija que le quedaba en el taper, había escuchado su marcha preferida y al son de “ Solea dame la mano “ procedía a guardar su tunica en el baúl donde siempre la guardo su padre ,para que viviera el sueño de los justos hasta la próxima Semana Santa .Ya había terminado tan amargo trago con un nudo en la garganta cuando una sonrisa le ilumino la cara ,al guardar la tunica ,aparecieron una flor y unos pendientes de colores.Recordo que tenia que planchar el traje de flamenca y comprar un nuevo mantoncillo que el del año pasado se lo había quemado en la pasada Feria.
Habían dicho algunos que esta Semana Santa había sido la peor de la historia, pero la vida sigue…




