Me temo que esta madrugada tendré que agudizar mis sentidos y vivir de mis recuerdos .Soñar con el antifaz de mi tunica, dándome molesto en la nariz mientras mis ojos contemplan al que es Señor de Sevilla y de mi vida.Mis pies no tendrán la humedad del suelo sevillano en la noche mágica y reposados imitaran un caminar de fantasía delante de mi Gran Poder.
Sueño ante la morena mas guapa de la calle Pureza, la que es de mi vida Reina, Madre y Capitana y Esperanza nuestra.Soñar con tus andares airosos por las calles de una Triana soñada y nunca del todo vivida.
Reflejarme en tus ojos de un verde esperanza inconfundible y hacerme adicto a tu risa y a tu pena.La que con el ceño fruncido, en el rictus de belleza mas hermoso que nunca se pudiera imaginar, inunda de amor y Esperanza las calles de su barrio macareno y de toda Sevilla entera.
Buscare en mis sueños ese cúmulo de sensaciones que en esta madruga irrepetible me hacen sentirme tan orgulloso de haber nacido sevillano.
Irremediablemente llueve en Sevilla y se vislumbra que se chafe la “madruga”, cuanto lo siento…
Cuánto lo siento, es una pena que después de todo un año al final no pueda ser sino un sueño. Espero que deje de llover. Abrazos
ResponderEliminarEs bueno tener devoción.
ResponderEliminarYo no me he criado en estas tradiciones.
Mi Dios vive en mi corazón. Está vivo y resucitado y lo que pasó en su calvario, Él y yo lo hemos olvidado.
Un abrazo Juan Antonio
Este año mi padre dejaba su cruz tras el Señor, parecía por ello una madrugá distinta. Ahora, Sábado Santo, no me imaginaba que fuese tan distinta.
ResponderEliminarUn beso.