El monótono movimiento del tren no dejaba de adormecer su duermevela en el viaje.La calidez del vagón y lo confortable de la compañía hacia que estuviera realmente a gusto.Un paisaje verde y repetitivo le hacia no fijarse en nada en particular y verlo todo en general . Era un sueño pensar que el pudiera estar allí junto a su amigo, a ese que el destino forzó su conocimiento para cambiarle la vida ,para disfrutar de su compañía y su confianza.Era un viaje a ningún sitio pero era feliz ,muy feliz.No tenia un motivo aparente pero se sentía bien ;paso la azafata repartiendo unas bebidas pero no los quiso molestar .Había reclinado la cabeza sobre su hombro ,descansando los pensamientos sobre su fortaleza corporal ,.realmente se sentía bien ,un aroma agradable ,un momento para no olvidar ,un paraíso.
Suavemente una mano, como sin querer,se fue posando sobre la suya y la acaricio levemente.Sus vellos se le erizaron ,su corazón latía con rapidez y su boca se seco hasta desesperar.Su sueño se había cumplido, quizás ya lo que fue amistad se habia convertido en amor…
Pues que lo disfruten.
ResponderEliminarUn buen entorno para ese amor incipiente.
Saludos.
Pues va a ser que sí. Si se le eriza el vello, si el corazón le late con fuerza y la boca se le seca, está claro. Eso es amor.
ResponderEliminar:)
Besos, Juan Antonio!!!
En un tren sólo pueden pasar cosas fascinantes.
ResponderEliminarMe ha encantado.
No se me ocurre otro sitio mejor para empezar una nueva etapa de la vida.
ResponderEliminarSaludos.