Como cada noche ,serena la mente ,se sentó al teclado de su ordenador para crear una nueva entrada de su blog.Ante una foto maravillosa descargada del tesoro de Internet escribió un texto maravilloso de amor y desamor ,de sentimientos encontrados ,de luchas y ambiciones entre personas que se aman.
Ese era su vicio inconfesable ,su ventana al mundo de Internet ,abierta a la red a través de sus maravillosos escritos que embaucaban a sus lectores.Seguidores que todos los días deseaban amanecer para leer sus hermosas entradas y realizar los mas hermosos comentarios a esas maravillosas joyitas literarias.Esa era su mayor satisfacción ,casi se había convertido en el motor de impulsión que alentaba su monótona y gris vida.Ese blog que había realizado a espaldas de todos ,bajo enigmático seudónimo y en el mayor de los misterios.
Ni su familia ,ni sus amigos sabían nada de su pasión por escribir ,de la existencia del blog ni de nada parecido.
Como cada noche ,se levanto satisfecho de su ordenador , bebió agua y se tomo una pastilla por que durante todo el día había soportado un inmenso dolor de cabeza.
Beso a sus hijos y a su mujer y se acostó como cada noche.acurrucado a la almohada. Sintió la intensidad del dolor de cabeza hasta el limite de parecer que le iba a estallar.
Se aflojaron sus manos y su cuerpo se relajo sobre el colchón caído y sin vida.
A la mañana siguiente sus seguidores leyeron con avidez su entrada del blog , volcándose en elogios como cada día ,sin saber que había sido la ultima obra del “ aprendiz de autor “ como se hacia conocer en el mundo de la red.Su blog quedo huérfano y sus palabras perdidas en esa vacuidad que da el mundo digital.
Nadie lo supo ,nadie lo adivino ,pero esa madrugada se había muerto un gran y desconocido escritor.Que sus palabras vaguen siempre por el universo .
ofuuu!!! Que fuerte
ResponderEliminarYa he conocido un par de casos.
ResponderEliminarEs duro leer el comentario de un familiar en el blog del fallecido diciendo que había muerto.
Es terrible.
Saludos.
Qué bien cuentas las pequeñas cosas... aunque sean tristes y sin consuelo
ResponderEliminarUn besote grande desde un madrid lluvioso
Jopé! Me he quedado una miaja "así".
ResponderEliminarMenuda historia, no?
Besos!
Que bien has contado el relato, que tierno y dulce dentro de esta tristeza.
ResponderEliminarHermoso, de veras.
Un beso Juan Antonio
no me queda más que quitarme el sombrero. Enhorabuena, y gracias por tu visita.Te espero
ResponderEliminarMe he quedado sin palabras, muy difícil de clasificar.
ResponderEliminarEn la blogosfera se esconden auténticos escritores desconocidos, algunos de ellos, como es este caso, jamás llegan a ser reconocidos.