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lunes, 14 de junio de 2010

LA LOCA...











Seguia caminando por la senda del jardin , el verde frescor de la mañana le humedecia la cara y le despertaba del letargo.Iba caminando por la pequeña senda mientras acurrucaba a su pequeñin,a lo que mas queria.El bebe dormia placidamente en sus brazos reconfortado con su calor corporal.Iba despeinada y en ropa de dormir pero ya tenia claro lo que queria hacer,sabia que iba a dedicar su vida entera a cuidar a su niño , a confortarlo , a quererlo y mirarlo cada segundo de su vida.

Se acabaron las reuniones,los vuelos acelerados ,las mañanas freneticas y las reuniones inacabables.Queria descansar y dedicarse a lo que mas deseaba ,a su pequeño.El intenso estres que soportaba le habia hecho tomar la decision.No mas trabajo,no mas jefes ,no mas presion ,no mas envidia profesional.Ademas queria disfrutar de su nueva casa ,tan espaciosa,tan relajada ,con tan bonitos jardines .Solo querer al pequeño,solo cuidarlo...,pero fue una pena que en el sanatorio nunca le dijeran que su bebe solo era un muñeco de trapo.

7 comentarios:

  1. seguro que era feliz en su mundo... para ella el más real
    besotes

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  2. Ofú, qué triste, no?
    Aunque sí, Mª Ángeles tiene razón. Seguro que ella era más feliz así.


    Besos!!

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  3. ¡Ay! El estrés puede volver loco o matar, no caben dudas. Conmovedor relato, Juan Antonio, es un llamado de atención para tratar de poner límites a nuestra frenética existencia. Cuando las obligaciones nos rebasan, la mente colapsa...

    Excelente, querido amigo, tanto como descarnado y real.

    Un beso grande.

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  4. Juan Antonio, cuando nació mi hija yo sólo quería estar con ella y lo conseguí, de pronto me he visto en el relato. Claro que no en la locura.

    Bien escrito, me ha gustado el ritmo y la canción de fondo también.
    Un abrazo J.A.

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  5. ¡Que giro final!
    Magnífico relato, Juan Antonio.
    Un fuerte abrazo y feliz semana.

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  6. Jo.
    Que mazazo al final.
    Espero que no comprenda la realidad.

    Saludos.

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  7. En la vida muchas veces tenemos que decidir nuestras prioridades.
    Bonito relato

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